Es extraño que una compañía que se dedicaba al mercado de la piel lanzase una consola de videojuegos, pero así fue. Colecovisión (COnneticut LEather COmpany) lanzó Colecovisión en 1982.
Sin embargo, el nuevo sistema no era la primera inclusión de Coleco en el mundo de los videojuegos. En 1976 había fabricado su particular clon del legendario Pong, el Telstar, y aunque al principio funcionó bien, con el tiempo problemas de producción y la salida al mercado de otros numerosos clones hicieron que Coleco perdiera fuerza en el sector.
Pero la compañía no apartó los ojos del mercado de los videojuegos. Se puso manos a la obra y desarrolló un sistema mejor técnicamente que sus directas competidoras, la 2600 y la Intellivision. Los juegos del nuevo sistema serían más 'bonitos' y sonarían mejor.
El esfuerzo de Coleco no acabó en el hardware, tomaron la inteligente decisión de acompañar a su consola de algún juego que por si mismo motivara la compra de la propia máquina. En aquella época, Nintendo con su Donkey Kong hacía estragos en los bares, por lo que los chicos de Coleco volaron a Japón para hablar con Nintendo y conseguir la licencia.
Ya en Japón, y con el contrato delante, no quisieron firmarlo sin antes consultar a sus abogados en Estados Unidos, por si acaso. Atari y Mattel también estaban 'pinchando' a Nintendo por lo que los ejecutivos de Coleco terminaron firmando presionados. Y seguro que no se arrepentieron de hacerlo.
Incluir Donkey Kong en el pack de salida fue todo un acierto. Colecovision se convirtió en un éxito inmediato.
Pero pocos meses después de poner en el mercado la Colecovision, los estudios Universal demandaron a Nintendo y a Coleco precisamente por el Donkey Kong. Según la propia Universal, el juego infringía los derechos de la película King Kong. Coleco no quiso entrar en la disputa judicial y aceptar la cesión de un 3% de sus beneficios conseguidos con el juego. Sin embargo, Nintendo fue más perseverante y terminó ganado el pleito.
Se llegaron a vender más de un millón de consolas en un tiempo récord. El acierto del pack de salida, junto con las conversiones de recreativas y la gran capacidad de Colecovision para expandir su hardware contribuyeron al éxito.
Precisamente una de las expansiones fue la causante de problemas entre Coleco y Atari fue el Expansion Module, el accesorio que permitía jugar a los juegos de Atari 2600 en la Colecovision, y Gemini, una clon independiente de la 2600. Atari demandó a Coleco exigiéndole el pago de 350 millones de dólares por infringir patentes, y Coleco contestó con otra demanda más por valor de 650 millones por violación de leyes anti-monopolio. Finalmente, llegaron a un acuerdo en el que Coleco pagaba a Atari una parte de sus ganancias de la venta del adaptador y del Gemini.
A pesar de este problema, Colecovisión fue bastante popular. Su éxito animó a Coleco a lanzar el ordenador Adam. Era la misma placa de Colecovision, con otro aspecto por fuera y con teclado . No corrió la misma suerte que su homónima consola, causó bastantes pérdidas por culpa de un mal diseño que hicieron que Adam se estropeara más de lo deseable.
Colecovision tampoco resistió la crisis del año 1984, la producción se acabó ese mismo año.
Se llegaron a vender más de 6 millones de consolas en poco más de dos años. Todo un récord.
La mayoría de los juegos de Colecovision eran conversiones de recreativas casi perfectas. En algunos juegos faltaban algunos niveles, pero eso era lo de menos.
Los mejores juegos fueron:
Colecovision fue mejor que sus contemporáneas. Sus características técnicas pudieron igualar en muchos casos a las recreativas de la época. Veamos cuáles eran:
La CPU era la misma que muchos ordenadores del mismo periodo de tiempo y posteriores.
Una de las grandes ventajas técnicas fue la capacidad de manejar sprites. El soporte hardware para manejar hasta 32 simultáneamente hicieron que los juegos que hacían uso intensivos de éstos fueran muy fluidos.
Y una de las desventajas fue la limitada capacidad para realizar scroll de pantalla, a diferencia de las máquinas de Atari. No tenía rutinas específicas por hard, aunque en algunos juegos consiguieron resultados aceptables.
Respecto a las versiones de las máquinas, sólo existieron dos, la Colecovision y la CBS Colecovision, que no fue más que un cambio de nombre para el mercado europeo. Sólo una pequeña diferencia estética existía entre ambas: la parte metálica del frontal era diferente en la CBS.